Me voy a poner un poco en la piel de opinólogo político, lo cual no es mi especialidad (mi especialidad es delirar), pero voy a hacer el intento. Me obligo a mí mismo a hacer esto ya que mi vida depende en gran medida de adónde va a parar esta maravillosa tierra llamada Argentina y que la veo tan pero tan convulsionada. Y estas elecciones que están sucediendo y que van a suceder en los próximos 3 meses lo ameritan.
- Estoy bastante convencido (y dentro de mi recalcitrante escepticismo eso ya es mucho), de que los problemas de la ciudad de BsAs y del país en general son problemas muy profundos e históricamente enquistados en la realidad argentina y que solucionarlos lleva mucho más que los 4 años que la constitución y las leyes electorales han pactado como norma de tiempo para cualquier candidato que accede al poder.
- Que la “canilla de problemas” que inunda la ciudad de Bs. As. es una canilla abierta a máxima presión y a la que le falta la manija para poder cerrarla. Que cuando uno llega al poder con digamos, 10 problemas, a los 6 meses de gobierno los problemas ya son 18 y los diez primeros todavía no han tenido tiempo de ser solucionados, a lo cual los 8 nuevos problemas le aportan al total un nivel de complejidad más alto, ya que los mismos no son compartimentos estancos sino que están todos interrelacionados. Si a estos problemas le sumamos además una convivencia verbal y anímica caótica y violenta, los 18 problemas se sienten como una “sensación térmica” de que en realidad hay 48.
- Que los procesos de articulación política entre la ciudad, la provincia y la nación para llevar adelante los cambios y las mejoras en forma conjunta es una operación titánica y casi llega a sonar utópica, por lo cual es entendible que haya obstáculos y chicanas puestas para trabar las soluciones que se quieren llevar a cabo…entendible en esta sociedad todavía tan inmadura y pendenciera a pesar de los 200 años de existencia como tal.
- Que el cambio real y profundo necesario para que este país deje de ser un manojo de personas chinchudas, exitistas y ansiosas (sin generalizar eh?) y pase a ser un conjunto de personas tolerantes, pacientes y de mente abierta lleva TIEMPO, y mucho. Pensemos en nuestros propios problemas personales, a cuántos de nosotros nos han llevado largos años resolverlos y algunos todavía siguen ahí sin poder resolverse….qué podemos esperar entonces de resolver los problemas de casi tres millones (y también 40 millones) de personas juntas?
- Que la sabiduría y la madurez que nos han enseñado los grandes personajes de la historia ha sido transmitida a través de mensajes de consenso, paz, Reconocimiento de Errores (por excelencia, actitud dificilísima de asumir), unión, no agresión y hasta a veces en forma de silencios. Incluso y rayando lo banal casi, cuando uno pega mensajes y/o manda por email a conocidos y amigos esos tan infames “archivos powerpoint” llenos de frases, musiquitas y fotos lindas, vemos que estos mensajes hablan justamente de todo eso, pero después de leerlos y a veces reenviarlos con hasta alguna que otra lágrima de emoción, nos transformamos en patoteros, denostadores de las opiniones y creencias ajenas y con mucha prepotencia nos proclamamos participantes de la “única verdad válida”.
- Que los imperios y líderes de la historia que se autoproclamaron únicos poseedores de la verdad, las soluciones ideales y de "tener la papa", logrando así acumular un poder cuasi monopólico, con el tiempo han terminado cayendo estrepitosamente por culpa de sus propios excesos provocados por la “enfermedad de poder” que, evidentemente, nos afecta a todos por igual como seres humanos.
En los discursos y actitudes que he logrado escuchar y ver en estas últimas semanas de cara a las elecciones para jefe de gobierno, legisladores y comuneros, el del Pro, más allá de los errores y faltas (reconocidos y aceptados por ellos mismos como parte de su “aprendizaje” como fuerza política) y de la cuasi inocencia de la cual adolecen, ha sido la única fuerza que apuntó en mayor o menor medida a todo esto antedicho, tratando de evitar en lo posible la confrontación y participación en esta vorágine de agresión y prepotencia a lo que nos tiene ya (mal) acostumbrados este país.
Son una fuerza relativamente nueva en el ejercicio del poder y como tal, dentro del proceso de maduración como ejecutores y legisladores, tienen que pagar como todos en la vida, el “derecho de piso”, por lo cual están recién a medio camino de consolidarse como una nueva oposición a la eterna dualidad radical-peronista. Hay que ser generosos y darles más tiempo (y los resultados de hoy verifican esa voluntad).
Tienen errores y han hecho macanas? Sí, seguro. Les faltan hacer muchas cosas todavía? Sí, por supuesto.
El que pueda decir que no tiene errores y no ha hecho macanas y ya hizo todo y lo hizo todo bien, bueno, lo felicito por ser un…extraterrestre!