Hay una conducta humana bastante criticable que mezcla varios aspectos de connotación negativa, incluyendo el morbo, la histeria y la falta de visión general.
Cuando sucede algo de índole violento o masivo en la naturaleza, ese tipo de eventos sobre los cuales tenemos poco o nulo control, en nosotros se despiertan automáticamente comportamientos muy parecidos a las actitudes que tomaban las culturas antiguas o tribus aborígenes que relacionaban casi todos los sucesos climáticos/atmosféricos/naturales con las acciones de dioses o seres sumamente más poderosos que ellos: escencialmente sumisión y terror. Esas dos actitudes hoy se desdoblan y amplifican en un abanico de comportamientos varios que tienen su mayor trampolín en la tecnología. Hoy somos más y tenemos más medios para propagar el terror y la sumisión, transformada en una especia de conducta colectiva de encierro y fragilidad. Cuanto más tecnología y confort nos rodea, más frágiles y malacostumbrados nos encontramos ante los embates primitivos de la naturaleza.
Me acuerdo desde chico haber leído y visto predicciones de visionarios (científicos y no tanto) sobre el futuro de la humanidad y en su mayoría trataban sobre seres físicamente más indefensos y frágiles, pero mentalmente más poderosos y hasta con capacidades telepáticas muy desarrolladas. Creo personalmente que le pegaron (o le van a pegar) con la primera parte pero no con la segunda: parecería ser que tendemos a volvernos seres físicamente frágiles, dependientes de una miríada de drogas y medicamentos y muy susceptibles a los cambios permanentes de la biosfera, pero con comportamientos cada más parecidos a animalitos indefensos corriendo ciegamente en masas desesperadas ante un estímulo negativo proveniente de la naturaleza.
En contraposición a esto, la naturaleza nos da como siempre lecciones de humildad y superioridad ante estos eventos. Como ejemplo bien simple y efectivo, ante la lluvia de cenizas y arena que cae sobre ciudades y aglomerados de gente desde un volcán enojado, vemos hombres, mujeres y niños escondidos y tapiados en sus casas, que salen sólo ante urgencias mayores con barbijos y hasta máscaras de oxígeno (he visto algunas) cuando al lado de ellos gaviotas, palomas, perros y otros animales corren, vuelan y saltan sin ninguna preocupación. Preocupémonos cuando no veamos animales cerca o activos alrededor, ahí si que la cosa debe estar heavy...
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