8 minutos

Noche fresca y agradable, un pequeño viento que mueve musicalmente los árboles y un cielo lleno de estrellas…de soles en realidad, sólo que son soles lejanos.

Llega la mañana, fresca también, llena de olores naturales, con un vientito que sigue empujándolo todo y el cielo, ahora con una sola estrella (visible), grandota, poderosa, que hace unas horas no estaba ahí y ahora le da energía a todas las máquinas biológicas que existen.

Es como si uno de los puntitos intermitentes del cielo de ayer a la noche se hubiera agigantado acercándose hasta ahí nomás, hasta esa distancia tan exactamente perfecta. La “nada” de luz que daba la noche anterior, ahora es una luz total.



Todas las cosas que hay sobre la Tierra reciben la radiación de esa bola de gas fundiéndose a temperaturas y presiones extremas. Radiación; sí, de esa que todos se asustan cuando hablamos de reactores nucleares fallidos. Un abanico de radiaciones que te mutan el adn y te calcinan.
Sin embargo existe un equilibrio tan perfecto pero a la vez tan frágil que la radiación que te muta el adn es filtrada en su mayor parte y la radiación que te quema es atemperada para hacerte sentirte cómodo un día cualquiera de verano. Como si hubieran dicho: “bueno, encontré esta manera genial de generar energía en cantidades ingentes, aunque en realidad tiene efectos secundarios nefastos, sí, pero los solucioné con una serie de barreras que los disminuyen, así que está todo bien! LOL - :)”.

Damos por sentado, mientras pasan nuestras vidas en cada uno de estos ciclos de luz/oscuridad que nos marcan el tiempo, que ese equilibrio es eterno e inmutable; pasa desapercibido como un ruido cualquiera que por su constancia nuestros sentidos terminan por descartarlo como input sensorial y finalmente lo silencian.
Todas nuestras miserias, peleas, aspiraciones, amores y éxitos transcurren bajo una amenaza apocalíptica silenciosa y constante que está esperando agazapada detrás de un “escudo de fuerza” invisible de gases varios y energía electromagnética, y que gracias a él nos muestra una cara amigable y bondadosa de esa estrella, cuando la realidad es que es un monstruo destructor e irracional.

Una estrella-sol, una máquina de generar radiaciones, que puede cualquier día de estos fallar o tener un problema serio y así sin aviso, obliterar todo rastro de vida, especialmente en esta tercer bola elíptica de rocas y agua que flota alrededor de ella…a sólo 8 minutos de alcance de su tremendo poder.


Skeptic

“El escepticismo es la castidad del intelecto, y es vergonzoso darlo de baja demasiado pronto o ante la primera chance: hay nobleza en preservarlo frío y orgulloso durante la larga juventud hasta que al final, en la maduración del instinto y la discreción, pueda ser cambiado en forma segura por la fidelidad y la felicidad”

Me obligo a contar la cantidad de veces que hay que detenerse en esta frase para poder absorber la profundidad de lo que se está diciendo:

- Castidad del intelecto
- Nobleza en preservarlo frío y orgulloso
- Larga juventud
- Maduración del instinto y la discreción
- Fidelidad y felicidad

Cada uno de estos clímaxes semánticos piden detenimiento e introspección para poder entender la necesidad del escepticismo en nuestras vidas llenas de ruidos y sobrecarga de información. Acá se habla de sabiduría, de la calma y la paciencia; de la voluntad y la pasión. No hay fanatismos, absolutos, superficialidad ni obsecuencia.

A mí me gusta vivir así. La paz existencial ya llegará :)

Infarto

Levantarse a la mañana, como cualquier otra mañana de "día hábil" ya que los otros días parecería ser que no son días pensados para hacer nada útil:

- con ojos lagañosos y pesados
- fiaca generalizada por culpa de una cama calentita e imantada
- pegarse un baño
- lavarse los dientes
- acomodarse el (poco) pelo así como venga
- salir trastabillando hacia el lugar donde uno trabaja

para encontrarse con unas montañas maravillosamente nevadas en medio de Marzo???

Ah nooooooooooooooooooo.............así no vale Neichur! No vale agarrarme desprevenido...me vas a dar un infarto masivo de felicidad!

Ellos



Ella:
Orgullosa, todopoderosa, frágil, metida, efusiva, difícil, inquieta, amorosa, primitiva, terca, trabajadora, servicial, superviviente, madraza, inmadura.

El:
Pacífico, olvidadizo, lento, detallista, inocente, terco, buenazo, simple, sabio, parco, tranquilo, trabajador, inmaduro.


Es increíble cómo dos personas tan pero tan disímiles pudieron convivir durante 26 años. A pesar de las marcadísimas (y casi antónimas) diferencias lograron llevar adelante, con sus complicaciones por supuesto, un hogar y formar 3 hijos.

Llenaron de amor, cuidado, estructuras, paz, enseñanzas, alegría, quilombos, oportunidades y visión nuestras vidas. Nos mostraron lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, lo fácil y lo difícil que es vivir. Nos llenaron de deudas hacia ellos, deudas impagables.

Lamentablemente con el correr de los años y acumulando las consecuencias de esas diferencias, no aguantaron más y se separaron, sacándose un poco de chispas, pero relativamente en calma.
Hoy tienen su vida por separado, cada uno con nuevas complicaciones y repitiendo patrones que evidentemente no pudieron corregir o superar, pero eso es otra historia y pertenece a ellos y a sus almas.

The bottom line es que son dos personas maravillosas cada uno a su manera y si es que existe eso que llaman (casi morbosamente) reencarnación y si es que uno elige a los padres cuando se nace, no tengo dudas de que los volvería a elegir.....


....Yo:
Orgulloso, todopoderoso, padrazo, metido, efusivo, terco, difícil, buenazo, inquieto, amoroso, primitivo, trabajador, parco, servicial, detallista, superviviente, pacífico, olvidadizo, lento, frágil, inocente, simple, sabio, tranquilo, inmaduro.

Analogía

Esto pasó:

el otro día mientras esperaba el bondi, me acerqué al borde del camino y agachándome me puse a observar un hormiguero de tres entradas. Veía a las hormigas ir y venir, atareadas ellas, muy absortas en sus objetivos y muy eficientes por cierto. Era harto interesante verlas trabajar mientras por mi cerebro primitivo se sucedían una miríada de pensamientos existenciales (vaya novedad).

La cosa es que de repente, así nomás, porque me salió del fondo el alma curiosa y hasta sádica que todos tenemos a veces, tomé una pequeña roca y taponé con ella el orificio de la entrada más grande al hormiguero.

Automáticamente, casi sin delay, una ebullición de hormigas comenzó a salir del hormiguero por las otras entradas, descolocadas, casi en histeria colectiva diría al ver que sus movimientos no tenían mucho sentido ya, iban y venían para todas partes pero sin hacer nada útil, no llevaban comida ni elementos para construir ni estaban en tránsito entre dos puntos. Era pura y llanamente, una corrida masiva histérica.

Esperé bastante rato hasta ver qué hacían respecto de semejante montaña que les había colocado en la puerta de su casa. No mucho más que la misma corrida desesperada. Tiempo después vino el bondi, me subí y ciertamente me olvidé de ellas. Al día siguiente, misma rutina mía y misma espera de bondi, me acordé y decidí hecharle una ojeada al hormiguero viendo, no sin demasiada sorpresa, que la roca seguía allí. Las pobres hormigas no habían podido (o no habían querido, nunca lo sabremos) mover la roca de lugar. En su lugar, me dí cuenta que las otras entradas al hormiguero y la que estaba bloqueda estaban distintas, como abandonadas. Y eso era, el hormiguero fue abandonado. Sólo se veían un par de rezagadas que, o eran melancólicas o estaban patrullando la zona por si se habían olvidado de algo. Qué fue de las hormigas, no tengo idea.

Un acto sádico, lindando lo violento y aprovechador de mi parte había cambiado por completo el destino de miles y miles de hormigas. Así nomás. Y ellas nunca van a tener idea de qué ocasionó semejante tragedia.

Necesito hacer la analogía? :)



El Deseo de la Felicidad

Feliz año/Que seas muy feliz/Que se cumpla todo lo que deseas/Felicidades, etc.

La presencia del factor común de la felicidad es abrumador en las palabras que se dicen o escriben durante los eventos de fin de año. El deseo abarcador y general de felicidad y sus variantes. El deseo. Desear la felicidad.

El porqué hay que esperar a fin de año para desear la felicidad al otro es algo que me escapa. Ojo, probablemente uno desea la felicidad a sus seres queridos todo el tiempo en forma silenciosa, pero se elige ese momento del año para hacerlo vox populi, por Caralibro, Twitter, Skype, Email, SMS/MMS, celular y algunos rezagados y melancólicos todavía por carta certificada y/o postal.

Conté 7 formas diferentes de expresar un deseo a los demás. Pensemos que hace 100 años nada más sólo teníamos la carta/postal y algunos afortunados, el teléfono, para hacerlo. A mí, personalmente, me han llegado deseos de felicidad (por suerte todavía ningún “deseo que te vayas a la conc…de la l….hdp y que todo te salga mal”) por todos los medios anteriormente descriptos, salvo por Twitter (esencialmente porque me resisto todavía a caer en la necesidad de expresar boludeces y además limitarlas a 140 caracteres) y por carta.

Pero volviendo al deseo generalizado de la felicidad….dos cuestiones: el deseo generoso (mmm), generalizado y cuasi-obligado socialmente por el momento del año, y el tema recurrente de la felicidad como objetivo fundamental en la vida de uno.

Primera cuestión: cuán vacuo y superficial se vuelve el deseo genuino de la felicidad de otros cuando se hace repetidamente por diversos medios, en forma tan abarcativa (en realidad sólo a la lista de contactos de Facebook o email) y en el momento en que todo el mundo también lo hace?
Cuán genuino se vuelve cuando el deseo es hacia otros y no hacia uno mismo? O sea, si dijera “Que vos y yo tengamos un año lleno de felicidad y cosas buenas” en vez de “Que seas muy feliz”, anula el mensaje en sí? No lo creo, ya que desear desinteresadamente la felicidad a otros es en realidad un engaño ya que nadie (creo) no desea ser feliz también.
Yo personalmente busco no usar frases trilladas para hacerlo, pero como en general no las encuentro, termino optando por no decir nada. Sí, sé que puedo pasar por un amargo egoísta y socialmente inadaptado, pero prefiero eso a ir en contra de mis principios (o locuras!)
Creo que si cortáramos con toda la perorata barata de fin de año y aprendiéramos a desear la felicidad de otros en formas más efectivas y reiteradamente durante todo el año (a través de acciones y compromisos asumidos con los conocidos y con la humanidad en general), tal vez el deseo expresado realmente se volvería realidad para todos.

Segunda cuestión: la felicidad está metida en todos lados, quién no desea ser feliz? Tal vez algún energúmeno dark o emo no lo desee tanto, pero son casos excepcionales y enfermizos que no representan este deseo humano tan recurrente. A mí me resulta imposible imaginarme una vida donde la búsqueda permanente de la felicidad no sea el motor silencioso que me impulsa hacia delante diariamente. Digo silencioso porque es algo casi instintivo; no me lo propongo conscientemente como las ganas de un auto nuevo, una casa, un trabajo, un plasma; está ahí, callado pero fuertísimo, implacable.
Esta búsqueda, estará inscripta en nuestros genes como lo es la búsqueda de sustento o es directamente el resultado de una mezcla muy compleja de caótica actividad neuronal generada por un atareado cerebro que interactúa como puede con el ambiente sumamente cambiante de una sociedad todavía primitiva y culturalmente complicadísima que marca hitos específicos en la vida como metas de felicidad?
Todavía no lo sabemos, podemos conjeturar respuestas cercanas que tienen sentido pero realmente no lo podemos probar. Como siempre, absolutizar este tipo de cuestiones es en vano.

Y realmente no calienta. Tener salud, dinero y amor sigue siendo la tríada sagrada (sorry Santísima Trinidad) más buscada por todo ser humano…porque sí.

Análisis pormenorizado de una oración religiosa




Oración elegida: "Padre Nuestro"
Religión practicante: Cristianismo-Catolicismo


Padre nuestro que estás en el cielo

El cielo? Qué cielo? El cielo no es un lugar, es el Universo entero que rodea por todos lados a nuestro planetita. Por lo tanto tendría que ser “Padre nuestro…que estás en todas partes…”

Santificado sea tu nombre

Qué nombre? Dios? Jehova? Yahve? Padre? El nombre que le ponga cada uno? Y además, es necesario santificar la denominación personal del santo supremo que le da sentido a la santificación misma?

Venga a nosotros tu reino

No gracias, no tengo ganas de que se me venga encima todo un reino. Que se quede donde esté, yo voy si quieren. Salvo de que estén hablando de que sus enseñanzas y bondades (el reino) nos inunden la vida (venga a nosotros). Entonces digan “inúndanos la vida de tus enseñanzas y bondades”. No queda mucho más lindo?

Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo

Más allá de que la voluntad de un ser invisible, inoloro, inodoro, insípido e improbable que tiene la capacidad de crear y destruir todo lo que existe seguramente se va a cumplir igual queramos o no, si dicha voluntad incluye el permitir los horrores e injusticias que se suceden a diario en este planeta (que sepamos al menos), preferiría que no se hiciese su voluntad, gracias.

Danos hoy nuestro pan de cada día

El pan nuestro de cada día lamentablemente nos los da el supermercado o la panadería de acá a la vuelta, previa entrega de unos simpáticos papelitos de colores por los cuales suceden y son causa muchas de las atrocidades que la voluntad de este señor permite…y así.

Y perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden

Tal vez la frase con más sentido de toda la oración, si hay alguien tan superior y tan al tanto de nuestras vidas, sí, me gustaría que hiciese de juez y pudiera equilibrar la balanza y sacarme del Veraz kármico.

No nos dejes caer en la tentación

Bueno….algunas veces, este…sí, dejanos caer por favor.

Y líbranos de todo mal

Mmm…complejo final para una oración llena de simbologías confusas. Si nos libra de todo mal, aprendemos algo? Digo, si todo es bueno y perfecto, tendría la vida sentido?


______*______

En fin, que oración mal hecha por favor. Con razón muchos católicos están tan confundidos y buscando piedras o manos mágicas y curativas, extraterrestres conservadores pero salvadores sobrevolando cerros cordobeses esperando que nos hagamos papilla para recién ahí actuar, records de vibratones que nos eleven el espíritu a planos superiores y demases. Yo que todos esos señores vestiditos en carísimos y opulentos ropajes que viven, comen, se rascan y duermen en el riquísimo y opulento Vaticano reescribiría el Padre Nuestro para hacerlo un poco más mundano, real y aggiornado a estos convulsos tiempos. Propongo algo así:

“Padre nuestro que estás en todas partes,
Inúndanos la vida con tus enseñanzas y bondades
Que suceda lo que tenga que suceder, yo seré igual feliz
Que tus planes incluyan el que yo tenga plata para comer
Y perdona mis macanas como también perdono al que las comete conmigo
Déjanos caer en la tentación cuando me pinta un helado o disfrutar de una curvilínea mujer
Y haz que me vengan más de arena que de cal, plis.”

Se escuchan ofertas.

La Navaja de Occam


"Principio de Occam: dadas dos explicaciones plausibles de una misma situación, las más simple tiende a ser siempre la correcta"


Problema a resolver: la explicación a nuestra existencia. El Cómo, Porqué y Para qué.

Explicaciones hasta ahora disponibles:

A-Religiones Mainstream (Cristianismo, Judaísmo, Islamismo, Hinduísmo, Budismo)
B-Pseudo-religiones o sectas (Cientología, New Age, etc.)
C-Algunas ramas de la Ciencia (Biología Evolutiva, Diseño Inteligente, Creacionismo)
D-Misticismo (cosmovisiones de tribus indígenas)

A. Un dios o dioses creadores de todo, inmortales, omnipotentes, omnipresentes, con un paquete de reglas/enseñanzas a seguir y con desenlaces variados; desde una muerte y punto, a un combo de muerte + resurrección al final de los tiempos (¿?), hasta una reencarnación infinita (si la Tierra dura tanto).

B. Una mezcla muy creativa de ideas y dogmas derivados de las grandes religiones y algunos conceptos científicos, varios de ellos llevados al extremo y con agregados muy personales. Obviamente generadas a partir de los huecos existentes en las religiones mainstream.

C. También nacida de las incongruencias y lagunas dejadas por las grande religiones, sumado al insaciable intelecto humano hambriento por conocimientos y descubrimientos, éstas ramas de la ciencia luchan entre sí, como en un buen debate científico, por la "última respuesta". En realidad, el Diseño Inteligente y el Creacionismo nacieron en respuesta amalgamadora y contrapuesta, respectivamente, a la frialdad de la Biología Evolutiva.

D. Casi en desuso, fueron creadas desde la ignorancia científica (si?) y la explicación sin bases y conocimiento de los fenómenos naturales que sucedían alrededor. Mucha simbología y magia.



De los 7 mil millones y pico de seres humanos hoy existentes en esta hermosa pelotita azul y blanca y verde y marrón, la mezcla de todas estas cosmovisiones es enorme e inmedible. Junto a la baja (y no tanto) de la influencia de las Grandes Bestias Religiosas, crecen las otras tratando de tapar huecos y, al mismo tiempo, se mezcla todo creando una gran confusión y poniendo semillas en tierras muy fértiles para el nacimiento casi viral de nuevas y cada vez más imaginativas cosmovisiones.

Casi por descarte, se puede afirmar que debe haber una sola respuesta/realidad a todo este lío. Si partimos de la base de que nuestra vida/existencia es la misma para todos, léase: todos necesitamos comer, dormir y soñar; vemos los mismo colores (salvo determinados casos influenciados por ciertos componentes químicos que entran en el torrente sanguíneo), sentimos casi los mismos miedos, tenemos casi las mismas respuestas fisiológicas a los estímulos y vivimos todos apretaditos sobre la misma superficie de tierra compuesta de los mismos materiales y moléculas.
O sea, si todos somos virtualmente iguales y vivimos la misma realidad, porqué hay tanta variedad de "verdades" sobre lo que no sabemos/vemos/experimentamos? Por transitividad, si hay una sola realidad, debería haber una sola verdad sobre lo que nos espera o mira desde fuera de nuestra burbujita.

No?

Dentro de esta mezcolanza de verdades existenciales, las causas/dudas que dieron lugar a toda esta confusión siguen ahí, sólo que ahora tenemos demasiadas respuestas posibles. Fuimos complejizando las respuestas hasta un nivel tan grande que si hoy tuviésemos que hacer un solo cartel con las preguntas y sus respectivas respuestas para colgar en algún punto de la ciudad para que veamos todos, ese cartel mediría varios cientos de metros de largo...y ancho.

Definir el Porqué, Para qué, Cómo y Cuándo (casi puestas en orden de importancia), es hoy una tarea titánica en base a toda la info que tenemos...cuando en realidad tendría que ser muy muy simple.

No?

Algunas veces se puede escuchar por ahí la pauta "que cada uno busque/use la respuesta que más le cuadre para su vida". Craso error a mi criterio. Es así como se genera y retroalimenta esta bola de confusión. Así, podríamos llegar a tener una explicación de la realidad por cada homo sapiens sapiens vivito y coleando. De la misma manera, busquemos entonces nuestra propia noción (y validez) de la gravedad, la materia, los colores (insisto, bajo la influencia de ciertos compuestos químicos naturales se podrían llegar a crear colores ad-hoc) y demás aspectos de la realidad con los cuales todos estamos (casi) de acuerdo.

En fin, todo está en manos de las pruebas. Las cosas en las que todos estamos de acuerdo, son así porque las podemos experimentar y probar sin mucha dificultad.

Las cuestiones existenciales, temáticas casi sin experimentación real ni pruebas empíricas, permiten toda esta diversidad.

Mi propuesta? Volvamos a cero. Borremos todo y empecemos de nuevo. No nos quedemos sentados arriba de una "propuesta" de cosmovisión. Dudemos. Dudemos de todo. Sólo con la duda vamos a poder encontrar, algún día, la verdad. La "única" verdad.

Para ello debemos primero que nada parar. Así como en una sala donde todos debaten hablando y discutiendo al mismo tiempo creando una cacofonía insoportable e inconducente hasta que alguien decide gritar "basta", así debemos frenar toda esta locura.

En realidad, el freno lo deberíamos aplicar a todo y no solamente a estas cuestiones existenciales.

Digo, hemos creado como humanidad una bola imparable de cuestiones económicas, humanitarias, tecnológicas, sociales y científicas que casi con absoluta certeza han pasado el "punto sin retorno" y que sólo podría ser detenida a través de alguna catástrofe global que apriete el "botón de reseteo".....donde quiera que ese botón este (alguien sabe???)

Ya lo había antedicho en un post anterior....estamos atolondrados, pisándonos nuestros propios talones como una multitud enardecida entrando a un estadio para conseguir la mejor ubicación para ver a nuestro artista o equipo favorito.

Paremos. La respuesta está acá nomás, delante de nuestras narices. Sólo falta calma y claridad para poder verla.

El Fin de la Inocencia

Una simple bombita de luz quemada inició todo.

Cuando era chico, mi mamá guardaba (y creo que todavía lo hace) diversos artefactos que, a su criterio, eran el resultado de la intervención divina en su vida. Había velas derretidas con la forma de alas de ángel, estampitas de algún santo que había “actuado” en el momento justo y un par de bombitas de luz quemadas a las cuales se le habían grabado en su transparente superficie la letra “M”, una m de una caligrafía bastante rebuscada y con fuertes connotaciones y estilo cristianas. Ella decía que era la M de María y que era una señal de que la virgen estaba con ella (o con nosotros) en justo el momento que más lo necesitaba.

Mi mente, lamentablemente forjada dentro de los parámetros de la ciencia, siempre fue muy reticente a creer que eso era intervención divina y lo atribuía a la disposición bastante especial (y bastante parecida a una M) del filamento de tungsteno de la lamparita. Si por alguna razón la lamparita recibía una fuerte descarga de corriente o tensión, el filamento no lo soportaba y explotaba y cortaba, haciendo reacción con el gas dentro de la bombita y dejando una marca de M deformada impresa sobre la cavidad cóncava de la misma. Y dentro de la cavidad (semivacía!!) de mi cráneo, el principio de Occam resonaba fuertemente.

Esa fue una de las primeras situaciones en mi vida donde iban a colisionar violentamente la ciencia y la fe.

Ayer, después de casi aproximadamente 30 años de esas bombitas místicas y en una cabaña en medio de un bosque, la cosa esta vez me sucedió a mi. Esta vez, la M era menos perceptible que en las lamparitas de mi mamá, pero se veía bien.

La llegada de esta nueva bombita mística a mi vida no podía ser en mejor momento. Semi aislado del mundo civilizado, en busca de una paz interior perdida y muy atento al silencio del lugar y a todo lo que tiene para decir, se juntaron muchas cosas:

  • Una renovada y alimentada visión sobre el origen, evolución y destino de la raza humana,
  • Un acomodamiento en “algún-casillero-por-favor” del conflicto cuasi eterno de una fe puesta a prueba más de una vez,
  • El aquietamiento de las turbulentas y poderosas aguas de mis emociones y
  • El descubrimiento casual de una onda de radio que funcionaría como nexo y canal de comunicación entre nosotros y…ay, bueno, digámosle dios si quieren. Igual volveré sobre este tema más adelante.

A ver, empecemos por algo: la Parafernalia de las religiones (estampitas e iconografía en general, velas, templos, costumbres dogmatizadas, etc.) o todo pero absolutamente todo lo que rodea al “mensaje” que quieren transmitir, debe desaparecer. Filtrar hasta que quede sólo el mensaje, las palabras, las letras, desprendidas de todo lo demás. “Ámense”, “amen al prójimo”, “entregarse”, “honrar y cuidar toda la creación” y un puñado más es realmente todo lo que necesitamos para vivir y evolucionar en armonía.
Seguramente los así llamados profetas que instituyeron e hicieron masivos estos mensajes tenían en sus cabezas sólo el mensaje y no todo lo que se le agregó después, totalmente superfluo, innecesario y hasta perjudicial y a veces en contraposición con el mensaje en sí. Sólo separando la fe en estas máximas de vida de la (misteriosa) necesidad de explicación al propósito de la vida y la razón de nuestra existencia es que las religiones van a poder subsistir en el tiempo. La Humanidad y su futuro en el cosmos, agradecida.


Utopía

Esa es la primera palabra que sale automática después de pensar en la aplicación real de la idea anterior. Casi 8.000 años de historia de religiones sumada al exponencial crecimiento poblacional, ha vuelto casi imposible una vida sin ellas. Pero justamente el problema radica ahí mismo, en su antigüedad.
La mayoría, sino todos, los grandes libros de donde salen las enseñanzas y mensajes de estas religiones son fuentes de información escritas en épocas muy remotas donde abundaban los simbolismos y los misterios y la magia. La Torah, el Corán, la Biblia y otros son libros viejísimos y que no han sido casi actualizados con el fluir de las épocas. Los feligreses de hoy siguen leyendo las mismas palabras e ideas que contienen estos mensajes, escritos por gente que no tenía los conocimientos del cosmos y la explicación a la realidad que tenemos hoy en día. Es como si uno hoy tomara un libro escrito por Ptolomeo y pensase (y para peor, se convenciese) que la Tierra es en realidad el centro del universo y envolviera y signara su vida alrededor de esta idea.
Bueno, personalmente creo que sólo un acontecimiento catastrófico global podría sentar las bases necesarias para poder reescribir la historia religiosa dentro de esta corriente de pensamiento. La película “The Book of Eli” muestra gráficamente y en bastante consonancia, esta idea.


Uniendo conceptos

El destripado de la parafernalia religiosa del Mensaje es la clave del significado de la fe: tengo fe en que el Mensaje es real, válido y aplicable y no tengo fe (o no creo) en las costumbres, dogmas, límites e instituciones religiosas. No veo ni estimo necesario de que para que la gente aplique y viva de acuerdo a lo que el Mensaje postula, las religiones deban usar a la Parafernalia. El mensaje es claro y poderoso por sí mismo; quien necesite de la Parafernalia para hacerlo parte de uno mismo realmente no tiene tanta fe en el mensaje como necesidad de algo que lo contenga dentro de su desesperación (o no tanto) en encontrarle un sentido a la vida.

He ahí donde entramos en el concepto de la visión del origen, destino y evolución de la Humanidad.
Años de irme despojando, principalmente en mi mente, de la Parafernalia y filtrando el Mensaje y la Pregunta que toda religión pone en nuestras vidas, me han llevado por caminos sinuosos, jodidos, solitarios y muy turbulentos de búsqueda interna de la Verdad.
La capacidad adquirida de desprenderse, de “dejar ir”, no sólo aplica a sentimientos, personas o bienes materiales, también aplica a ideas y paradigmas de vida. Al abandonar un paradigma que nos contuvo mucho tiempo y le dio significado a nuestra vida por otro, nos encontramos frente a un momento de zozobra y vacuidad por momentos desesperante. Ni que hablar si uno no tiene el reemplazo a mano…si uno abandona un paradigma que tiene por una “Gran Duda A Resolver”, la cosa se pone realmente seria.

El abandono es generalmente progresivo, uno no lo hace de un día para el otro; es más, uno vuelve desesperadamente cada tanto a abrazarlo, en especial en esos momentos donde el vacío del descubrimiento y la búsqueda se hace demasiado insoportable. Luego, porque uno ya tiene la llamita de la duda y las ansias de descubrimiento ardiendo dentro, nos volvemos a desprender del viejo paradigma debido a que su estructura ahora nos parece anticuada, dudosa y hasta primitiva e infantil, y así vamos, de un lado para el otro, pero lenta e irreversiblemente en dirección opuesta.
Las responsabilidades de la vida diaria, el trabajo, los hijos, los compromisos sociales, etc., nos quitan ganas, tiempo y espacio mental para afrontar semejante desafío; el abandonar un paradigma por otro nuevo o por otro a descubrir nos lleva mucho trabajo y tiempo (también depende de cuan arraigado hayamos tenido el anterior). Por lo tanto, la mayoría nos rendimos a medio camino y optamos por la resignada opción del “OK…lo-que-creía-ya-no-me-lo-creo-tanto-pero-voy-a-quedarme-acá-en-el-medio-entre-lo-viejo-y-lo-nuevo-porque-no-tengo-tiempo-ni-posibilidad-de-embarcarme-en-semejante-odisea”. Se termina optando por lo “malo conocido”.

Pero si uno sí se embarca, tiene la chance de dar vuelta su vida abandonando parte de lo que mamó de chico, despojándose del “ruido de fondo” inculcado consciente o inconscientemente por los padres y adoptando un paradigma propio.


La Onda Portadora (acá es donde patino fiero...)

Funciona en alguna frecuencia de radio que desconocemos. Baja información (órdenes, acciones y principalmente ideas) y sube información (resultados, errores, estado general de la persona). Es el nexo y canal de comunicación absoluto que tiene cada humano con… C o n.

En la muerte del individuo dueño de esa frecuencia, por ese mismo canal sube su esencia (forma de ser, experiencias de vida, recuerdos) hacia el Gran Repositorio (“monolito 1-4-9”*, Dios, etc.). A veces, la influencia de los muertos en los vivos puede funcionar como la esencia de ese muerto metiéndose en la onda portadora de los vivos, influenciándolos de alguna manera.
La clave del movimiento de la esencia de cada uno dentro de estas “frecuencias prestadas” está en la habilidad adquirida en esta vida o en otras (este modelo de realidad aceptaría la reencarnación como posibilidad). Se reencarna solo el que adquirió la habilidad de dominar y manejar esa frecuencia a su antojo. O lo hace el que recibe la “autorización” de ese ente ALGUIEN-ALGO, de acuerdo a criterios sólo conocidos por ellos.
*De “2001- Odisea del Espacio” Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick, ©1968

La esencia es algo bruto (algún tipo de energía) que adquiere sentido y “cuerpo” cuando es alimentada por las experiencias y vida del individuo al cual pertenece durante su estancia en la Tierra.



(continuará... ver Der Geist)

Dinámico

Millones de células llevando oxígeno en forma de "hierro oxidado" a cada rincón del cuerpo…agolpándose suavemente en cada angostamiento de arterias, arteriolas y capilares.

Millones de intercambios moleculares y eléctricos sucediéndose a cada milisegundo, siempre con una dirección y propósitos precisos, diseñados, prácticos. Células viejas muriendo, nuevas naciendo, dividiéndose, mutando. Comunicaciones ininteligibles entre neuronas produciéndose incansablemente, consumiendo recursos aportados por esa sangre de flujo laminar constante.

Calor y energía producidos como desecho de procesos productivos internos están siendo compartidos con la biosfera y aumentando, aunque sea en forma particular e insignificante, la entropía del cosmos.

Procesos similares ocurren en plantas, animales, lagos, mares y cielos. Sin parar.

Nada, pero nada en el Universo es estático. El movimiento y el cambio lo es todo. Dentro y fuera de mí. Todo el tiempo. Increíble.

Similitudes

Es ya común en mí hablar de “mirar todo el cuadro” o “look at the big picture” cuando hay que analizar una situación cualquiera. Me pongo casi automáticamente en foco para mirar todo así: desde afuera, mirando el todo y no limitado a la circunscripta zona del problema. Para mí, es la única manera de poder alcanzar el máximo nivel de objetividad posible.

Una de las situaciones más fáciles y al alcance de la mano para lograr esa visión tan abarcativa ocurre cuando volamos en avión. Desde esa altura (entre 9.000 y 13.000 metros) algunas cosas adquieren una relevancia especial y otras cosas la pierden. Sea de día, de noche, con cielo claro o nublado, nuestro planeta se ve muy distinto. Nuestras vivencias, sufrimientos y alegrías se vuelven muy muy pequeñas e insignificantes, pero no así nuestro impacto en la Tierra.

Es así como logramos apreciar la perfección y diseño de nuestras ciudades y pueblos, fábricas y canales, diques y cultivos. Formas geométricas y líneas rectas, que sólo pueden estar ahí porque nosotros las creamos, cubren toda la superficie. Todas estas cosas forman, cuando se las ve juntas desde arriba, unas formas y disposiciones muy particulares, hechas casi a propósito.

Las calles, disposición de edificios (públicos y privados) y accesos se ubican, con algunas excepciones, en los mismos lugares una y otra vez. Todo el procesamiento se lleva a cabo en el centro de dichas ciudades/pueblos. La gente tiende a ir hacia el centro para desarrollar sus actividades diarias; es en el centro donde ocurren las transacciones más importantes y es ahí desde donde parten las decisiones tomadas que afectan el funcionamiento de lo que hay en la periferia.

De la misma manera funcionan las células, los circuitos integrados y hasta las galaxias, estrellas y planetas. En el centro, fuertemente protegido, está el “cerebro” que maneja esa entidad (llámese ciudad, célula, estrella o circuito). Incluso, cada “unidad operativa” de dichas entidades, cumple funciones similares y está ubicada en lugares predeterminados. A saber:



Pero lo más llamativo de todo, es que visualmente esas entidades son parecidas (hacer click para ver la foto mais grande y con mais detalle):



En el libro “El Universo Inteligente”, James Gardner propone la l.o.c.a idea de que el Universo entero es el resultado de un proceso computacional gigantesco, llevado a cabo (of course) por alguna inteligencia antigua y avanzadísima que la diseñó en su momento, siendo nosotros mismos parte de ese resultado informático y los que en el futuro crearemos también nuestros propios universos.

Viendo la similitud de diseño y funcionamiento que hay entre ciudades, neuronas, circuitos y galaxias, la idea no suena tan descabellada después de todo…

Pequeño mundo

La Tierra y el Universo que la contiene son lugares gigantescos.

Desde la perspectiva de nuestra pequeñez (con sólo subir 10 pisos y mirar para abajo nos damos cuenta de lo chiquitos e insignificantes que somos), estos lugares se transforman en espacios bestiales donde nuestro impacto y ocupación espacial son ínfimos.

Es esta subjetiva pequeñez la que nos hace salir a aventurarnos en la conquista y conocimientos de lugares desconocidos, vírgenes y escondidos. A pequeña y cotidiana escala, por ejemplo, es lo que nos motiva a tomarnos vacaciones y partir hacia lugares exóticos, lejos de nuestro mundo diario y descubrir nuevos lugares, gente y sensaciones. A gran escala es lo que nos motiva a mandar sondas espaciales hacia mundos cercanos y no tanto, a apuntar nuestros telescopios y aplastarnos la mente con las siderales distancias y los caóticos y a la vez magníficos espectáculos de la naturaleza.

Pero hay algo que me llama sumamente la atención y que me he dado cuenta en estas últimas semanas, más que nada por estar en contacto con gente anciana.

Ese mundo/universo, gigante, inabarcable y lleno de espacios y ambientes diferentes conocidos o por conocer, se convierte, cuando estamos viejitos y nuestra movilidad (y espíritu aventurero) se vuelven rígidos y limitados, en un mundo formado por un par de cuadras, una manzana o un par de edificios a lo sumo.

Tenemos nuestra habitación, nuestro sillón preferido, nuestro programa de televisión, nuestra misa de las 11am, nuestro bar de la esquina con el cortadito diario, nuestro puñado de familiares que nos visita, nuestro vecino con el que hablamos de lo mismo cada día. Es con ese pequeño pero preciado paquete de lugares y gente conocidas que transitamos nuestros últimos días en la Tierra.

El cuerpo se empequeñece, los movimientos se limitan y el mundo, antes inabarcable y lleno de promesas e invitaciones a aventurarse en lo desconocido, sigue el mismo proceso.
Los últimos días de un ser humano son la sumatoria de los acontecimientos e intereses que suceden en ese pequeño radio de acción autoimpuesto.

Como que toda nuestra realidad se va contrayendo de a poco….para luego, al morir, explotar y diseminar nuestra esencia en el cosmos (wow). Mismo modus operandi de una estrella a punto de entrar en supernova.

Somos “polvo de estrellas” decía mi querido Carl Sagan…como estrellas nacemos…y como estrellas morimos.

Argentina

Argentina, Brasil, Chile y Uruguay comparten, entre otras cosas, fronteras, clima y riquezas del suelo. Algunos de éstos países fueron más agraciados que otros en cuanto a flora, fauna y topografía refiere, pero igualmente podemos decir que los cuatro compartimos un continente con suerte.

Argentina, Brasil, Chile y Uruguay tienen gobiernos democráticos, soberanos y libres.

Argentina, Brasil, Chile y Uruguay tienen fútbol y gente fanática que lo sigue. Equipos importantes y no tanto, jugadores en el exterior y una industria futbolera que mueve millones.

Brasil está a un paso de entrar en el G8 o el grupo de naciones más desarrolladas del planeta. Su economía e industria están fortalecidas, sus recientes descubrimientos de petróleo lo pueden convertir en una potencia petrolera y el presidente Lula, en su segunda presidencia, tiene más del 80% de imagen positiva.

Chile conserva una estabilidad y confianza inversora que hasta Suiza envidiaría. Su presidenta Bachelet mantiene también una imagen positiva altísima entre sus gobernados, levantada heroicamente desde un comienzo con tropezones y algunas manifestaciones de malestar social.

Uruguay acaba de terminar exitosamente con un ambicioso plan de dos años para entregar una laptop a cada chico en edad escolar. Su economía, a pesar de ser pequeña y dependiente, mantiene una estabilidad que permite que empresas y el mundo en general confíen en el país para invertir a largo plazo.

Los tres países repuntan y levantan cabeza en medio de una crisis económica mundial y astutamente miran y focalizan sus proas hacia lugares/nichos estables y con futuro. Sus pueblos descansan confiados en que sus líderes saben lo que están haciendo y que lo demuestran con hechos. Por supuesto que los niveles de pobreza son altos en todos los países de la región y difíciles de combatir, pero dicha pobreza no opaca los éxitos que se obtienen a largo plazo y que son generalizados para todo el país en cuestión. Es una pobreza tranquila, que espera y respeta.
Estos países apuntan a la eliminación de la pobreza no en forma inmediata, sino progresiva e indirectamente a través de la aplicación de políticas económicas y sociales inteligentes, progresistas y prácticas, dejando de lado el populismo y la demagogia electoralista. Respetan y hacen respetar las leyes no a través de la fuerza y la imposición, sino a través del respeto y la humildad.

Mientras tanto, la Argentina está tristemente sumergida en una cuasi-anarquía inconducente, más interesada en invertir millones para ver fútbol gratis por televisión, apurar convenientemente la sanción de leyes poco prioritarias para los problemas que enfrenta hoy la sociedad, la región y el mundo y concentrada en generar rivalidad entre los distintos sectores productivos, sociales y políticos para la obtención de beneficios sectorizados e individuales. La dirigencia política está atomizada en partiditos con posturas ideológicas de dudosa solvencia y estructura, creando así un frente político volátil y advenedizo que se acomoda a los vientos sociales que soplen en el momento y que no hacen más que generar una sensación de país frágil y muy poco confiable.

La población, triste y agudamente dividida en estúpidas luchas internas basadas en rencores, resentimientos, xenofobia y envidia, no tiene modelo en el cuál fijarse, no tiene líder ni política en la cual ampararse y confiar; cada uno cuida su quinta y saca a los tiros a quien ose invadirla o posarse sobre ella. El piqueterismo, el sindicalismo aburguesado, la especulación, el manoseo de las leyes, el patriotismo futbolero y la histeria colectiva parecerían definir hoy a la realidad argentina, donde cada uno de nosotros, por acción o inacción, somos culpables.

Hasta hace unos pocos años, nuestro país era manejado indirectamente por intereses extranjeros y políticas impuestas por organismos financieros internacionales, lo cual sumergió a la Argentina en una profunda crisis económica y social. Ahora, exitosamente “desprendidos” de dicha influencia y virtualmente libres para manejarnos solitos, nos damos cuenta que somos como bebés con navajas, que tampoco podemos manejarnos a nosotros mismos ya que la sociedad entera, políticos y población en general, adolescemos de una profunda inmadurez, llena de histeria, pataleo y lloriqueo que nos vuelve a sumergir en otra crisis, esta vez autóctona y criolla.

Brasil, Chile y Uruguay nos van dejando paulatinamente atrás, impulsados por un real sentimiento patriótico y federal. La Argentina queda relegada y mirada cada vez más con tristeza y hasta asco por la comunidad internacional.

Sola. Avergonzante. Desperdiciada. Pero eso sí, con fútbol gratis en la tele para "lo muchacho".

Solo

(Fandermole - Baglietto - Vitale)

Solo, como al aclarar esta el lucero,
como el ojo pálido del cielo,
va girando en órbita lunar

Solo, como el primer hombre de la tierra,
como el último lobo de Inglaterra,
como el viejo mas viejo del lugar

Solo, como uno bailando en sus ensueños
como el monstruo que sobrevivió un milenio
y se esconde en una gruta bajo el mar

Solo, como el que tiene la virtud del mago
como el que conduce un pueblo hacia el estrago,
mientras se imagina la felicidad

Solo, como el esclavo solo bajo el yugo,
como la conciencia del verdugo,
como el único beso del traidor

Solo, como un grandioso golpe de la suerte,
como cada uno frente a su propia muerte,
como un angel exterminador

Solo, como un dios que niegan sus criaturas
como el que dio color a la blancura
y pinto los cuerpos y el trigal

Solo, como está en su mundo cada muerto
como la voz que calla en el desierto,
como el que dijo siempre la verdad

Solo, como el que logra ver todo muy claro,
solo como la atenta luz de un faro
o el último minuto del alcohol

Solo, como este mismo instante que se pierde,
como el único que ha visto el rayo verde
cuando se ponía el último sol

Solo, como el que desentraña algun presagio,
como el único vivo del naufragio,
como todo el que pierde la razón

Solo, como el que se alejó sin darse cuenta,
como un ave ciega en la tormenta,
así estoy en el mundo sin tu amor

Solo, como si fuese un animal eterno,
parado en la puerta del infierno,
así estoy en el mundo sin tu amor.

Crato

Al final llegó el día. El día en que definitivamente voy a poner en palabras en este blogcito mío el intento de respuesta más acabada que tengo sobre esta pregunta que me martilla el cerebro en forma exponencial desde hace décadas: existe Dios?

Empezaré por sacarle (o tratar de sacarle) a este concepto de Dios toda reminiscencia religiosa. Para ello, hablaré de Él como si fuera un individuo de una raza extraterrestre. Yeah. Pongámosle que es conocido por ahí como Crato, “El Ser” extraterrestre.

Crato es una forma de existencia muy especial, dotada de una inmensa capacidad para manipular a su antojo los átomos y elementos químicos que existen en el Universo y que, tal vez, quién sabe, Él mismo creó también. Crato no tiene un lugar de residencia estable o determinada, no está “ahí, a la vuelta de la segunda estrella contando desde Regulus”, pacíficamente tomando un líquido celeste con gusto a Molibdeno. Crato Es y Existe donde quiera estar y ser, tiene esa habilidad.

Crato estaba una vez muy aburrido con su capacidad de manipular la materia creando y haciendo explotar estrellas aquí y allí, viendo como los elementos más pesados e inestables se descomponían en elementos más livianos y estables, controlando que las cosas no se fueran de mambo con algunas reacciones jodidas, etc., cuando se repente le agarraron unas ganas locas de hacer algo más interesante todavía.
Para ello, produjo imágenes en su mente de organismos que se autosustentaran, que no requirieran de su constante intervención para que se desarrollaran. Sólo necesitaría construír un par de mecanismos autorreguladores (con sus correspondientes elementos constitutivos) para que estos organismos se manejaran solos. Era un flor de desafío incluso para él. Tenía que ponerse a pensar mucho. Y lo hizo.
Un instante después (es muy grosso el tipo, acordarse), habiendo elegido ya el sector del Universo que más condiciones parecía tener para la pacífica evolución de estos organismos, junto un cacho de rocas y materiales que había por ahí en ese sector galáctico, los hizo una bolita (le salió medio ovalada en realidad, pero no importó mucho) y pensó en ellos.

Pensó en lo interesante que sería generarlos desde sus partes constitutivas más elementales y microscópicas, y que de ahí fueran creciendo, agregándose, complejizándose. Por su aburrimiento, prefirió que este proceso no llevara un instante, como lo podría haber hecho si hubiera querido, sino que cada parte tuviera su propio tiempo, su único camino evolutivo.
Dentro de ese óvalo flotante que había esculpido, colocó estos elementos esenciales, los ató a esos principios e instrucciones necesarios para su desarrollo autónomo y se “sentó” a contemplar.

Fascinado estaba Él, no sin un dejo de satisfacción personal por lo bien que le salen las cosas que crea, contemplando el lentísimo (a su criterio….y al nuestro también) proceso por el cual esos primitivos elementos iban adquiriendo complejidad e interacción entre ellos, cuando cayó en la cuenta que esas cositas que ya reptaban y se alimentaban solas le estaban generando una sensación extraña dentro, un inusual movimiento de sus propias moléculas constitutivas que provocaba una atadura irremediable e inmensamente poderosa hacia esos seres que sólo le inspiraban cuidado, protección, interés. Extrañamente complacido se sentía.

Llegó el momento en el cual esas cositas que reptaban se transformaron en unos seres grandes, numerosos, fuertes y preparados para lo que Él consideró el próximo paso. Claro, estaba todo bien, todo funcionaba solito, y Él sólo miraba. Pero sabía que si no daba ese “próximo paso”, la cosa se podía volver muy aburrida ya, sin un objetivo claro o un fin útil. Las cosas sin un propósito no tienen sentido de ser. Así que lo hizo. Se metió por lo que juró ser la única y última vez en su autónoma creación y manipuló las moléculas de una parte de sus organismos de manera que estos seres comenzaron a tener conciencia de ellos mismos, de que “eran” algo y de que todo los que les rodeaba “estaba” ahí. Estos seres despertaron.

“Ahí está. Listo. No me meto más. Eso que acabo de hacer le otorgará interés, movimiento, cambio, evolución a mi creación. Ahora sí que todo se volverá inesperado, ya no será todo producto de las leyes y principios que le otorgué a la creación entera. Ahora este factor que le llamaré…mmm… “inteligencia” hará que todo se vuelva impredecible, que estos seres ya no esten atados únicamente a los principios físicos y básicos del Universo. Wow. Me gusta”, se dijo a sí mismo.

Orgulloso Él, se puso más cómodo donde estaba “sentado” mirando y comenzó a vislumbrar lo que Él mismo se daría cuenta después, sería el error más grande que se hubiera mandado en toda su Existencia.

Estos seres comenzaron a exterminarse entre ellos, sin razón natural aparente; tuvieron la capacidad de generarse conceptos e ideas nuevas que fueron estructurando sus existencias y que inevitablemente los fueron atando cada vez más a ellos mismos; se volvieron más duros, menos flexibles, menos naturales y más alejados del primer concepto que Crato tuvo de ellos.

Enojado, triste y desesperado, Crato decidió romper con sus propios deseos de autonomía sobre su creación y se presentó a estos seres en diferentes formatos y en diferentes ocasiones, a lo largo de los eones, para darles una nueva ola de instrucciones que pudieran regir ese regalo que les dio el día que les otorgó la conciencia y que se había vuelto tan inestable y que hacía peligrar constantemente todo el equilibrio. Un ajuste de último momento.

Por supuesto que estos seres, alucinados y movilizados por la presencia y apariciones de Crato, escribieron, grabaron y comunicaron esa ola de instrucciones junto con los momentos en los cuales Él se hizo presente. Pero lamentablemente, Crato se dio cuenta que su nueva intervención, desesperada e irresponsable, sólo generó más caos todavía, ya que toda esa información que estos seres grabaron y comunicaron, confundieron todo, estructuraron más todavía sus existencias, les dieron poder y dominación a unos pocos seres sobre otros y ahondaron los ya irreversibles daños que se venían produciendo.

Al final, Crato, muy decepcionado con su propia labor y con la dirección que estos seres le habían dado a su más grande regalo, decidió abandonar todo a su propia suerte y se movió hacia otros sectores del Universo, hacia nuevos desafíos y creaciones, sabiendo que de última, estos seres eran autónomos y no requerían de su presencia para existir….y que cada una de sus intervenciones no hacia más que complicar las cosas.

Crato se fue, y estos seres siguieron viviendo y evolucionando y complejizando todo cada vez más, pero no sin dejar de extrañar y clamar a gritos cada tanto la presencia de Crato, ese Ente que les otorgaba la más íntima y preciada calma en momentos difíciles, que les daba la respuesta a todas sus angustias y desesperanzas.

Pero Crato estaba lejos ya, en otras cosas y había perdido memoria de lo que había hecho con ellos.

Ese óvalo que ahora era azul, lleno de criaturas perdidas y sumidas en el propio caos que ellos generaron, flotaba en la negrura del espacio, una negrura silenciosa y eterna, que clamaba por la energía creadora y motivadora de Crato.


En conclusión: Dios es (o fue) una inteligencia superior a la nuestra, que nos creó, nos regaló las cosas más maravillosas que se nos puedan ocurrir, pero que se cansó, hartó, decepcionó de nuestro accionar y eterno afán de poder y malintención y después de dejar prueba de su existencia en incontables ocasiones, se fue lejos, inalcanzable ya, y nosotros nos quedamos acá, encerrados en este maravilloso planeta, deseando con toda nuestra fuerza que se acuerde de nosotros una vez más y vuelva, ya que de alguna manera, creemos haber aprendido la lección.

Eso sí….hay una pregunta que se desprende/salta/ataca automáticamente en toda esta línea de pensamiento….

Que hay más allá o más arriba o más superior que Crato?

Ja! Esta pregunta se vuelve todavía más peligrosa para la razón, más violenta para la sanidad mental, menos tranquilizadora. Pero bueno, todavía no llegué tan alto che. Paciencia.

Gaia and Medea

Existe una teoría, postulada por James Lovelock hace más de 40 años, que trata la idea de que la Tierra es un organismo viviente per se, un “superorganismo”, o sea que todo lo que forma parte de este planeta es en sí un ser vivo, que reacciona y se desarrolla como lo haría un pez, un humano, una cabra, un ecosistema.

Esta teoría, llamada “teoría de Gaia”, que a prima face puede despertar suspicacias sobre su rigor científico, ha sido en realidad ampliamente aceptada y puesta a prueba en varias oportunidades y ha servido también como base para el entendimiento e investigación de muchos otros aspectos de la ciencia que todavía necesitan resolverse. Lovelock de por sí es un respetado miembro de la comunidad científica.

Ampliando un poco más este concepto de Gaia, se puede decir que la Tierra se ha autoregulado durante su historia a través de mecanismos de retroalimentación muy complejos (como lo podría ser el sistema inmunitario) y así ha podido mantenerse relativamente estable (en homeostasis) permitiendo el desarrollo evolutivo de la vida a lo largo de los billones de años que han transcurrido desde que la Tierra se formó.

Estos mecanismos son el centro de las investigaciones sobre la teoría y en los últimos años han sido confrontados/rivalizados con los postulados de la némesis de Gaia, Medea. Según la mitología, Medea era la esposa de Jason de los Argonautas y asesina de sus propios hijos.
Por lo tanto, mientras Gaia cuida la vida y la mantiene estable y autorregulada, Medea la desequilibra y descuida, dejándola librada a su propia suerte.

Los descubrimientos “medeanos” que han puesto todo esto de Gaia bajo la lupa, refieren a los períodos en que la Tierra ha sufrido tremendos episodios de desequilibrio y destrucción, tales como las superglaciaciones de hace 2. 3 billones de años y la más reciente de 700 millones de años, en que la Tierra se congeló a tal punto de que todo el océano se volvió un sólido bloque de hielo. Estas glaciaciones (más conocidas como la “Tierra bola de nieve” o “Snowball Earth”) sumadas a otros eventos no menos catastróficos, son considerados como causados por la propia vida y las consecuencias de su proliferación y evolución.

Ésta es la base de apoyo de la teoria medeana para postular que la vida aparentemente busca su propia destrucción, moviendo a la Tierra cada vez más cerca del nefasto destino de volverse estéril como lo fue en sus comienzos. La Vida destruyendo a la Vida.

Gaia está muriendo. Larga vida a Medea. Por ahora.

Océanos

Un avión lleno de personas (que vistas desde lejos no son más que pequeños animalejos formados por estructuras carbonadas que respiran pequeñas cantidades de oxígeno y se introducen pequeñas cantidades de materia orgánica cada tanto y a intervalos de tiempo relativamente predecibles) se desmenuza a 11.000 metros de altura y cae en medio de la noche al mar como motas de hollín. El único testigo, la oscuridad del océano y los ocasionales estruendos de los truenos de una fuerte tormenta.

Ese grupo de personas, que caen al mar junto a los restos del avión, congelados, hipóxicos, dormidos algunos, otros aterradamente despiertos, se despiden silenciosamente de sus seres queridos, de sus responsabilidades, de sus cosas. Algunos se miran unos a otros, tratando de buscar en los ojos del hasta ese entonces extraño que ahora es el único nexo con sus propias humanidades desvanecientes, alguna respuesta, una palabra de contención que les de esa tranquilidad tan necesaria.
El océano los espera debajo, como una cama gigantesca que los hará dormir para siempre.

Esos últimos segundos, demasiado efímeros, son todo lo que les queda de unión a esta realidad, a esta vida. Pasan muy rápido, no alcanzan para nada. El ruido insoportable de la caída, de los rugientes motores quemando lo que quede de combustible, del viento silbando violentamente a través del metal rasgado como papel manteca, el ocasional grito, la oración, las palabras de desesperación, son todo lo que queda hasta ese inevitable final.

El silencio llega al fin. El evento sucedió, pasó. El caos pasa dejando lugar a un nuevo equilibrio, el del natural movimiento sinuoso de las olas, de la lluvia cayendo sobre el mar, del silencio ominoso de un océano oscuro y primitivo, que tapa todo, que hunde y esconde en lo profundo de sus aguas los restos de lo que fueron un grupo de seres humanos llenos de defectos y virtudes, esperanzas, deseos, secretos, pasiones, creencias. Vida.

La lluvia golpetea suavemente la superficie de las olas. No hay nada más.

Wolfram Alpha

Hoy 19 de Mayo de 2009 tengo 34 años, 9 meses, 26 días de edad.

...o 1.816 semanas + 6 días...
...o 12.718 días...
...o 34.82 años.

Haber vivido ya 12.718 días me asombra che. Una bocha.

(Datos gentilmente proveídos por Wolfram Alpha. Espero seguir encontrando ahí cosas más interesantes aún...respuestas a preguntas complejas, datos que me rompan la cabeza, más puertas para abrir en mi cabezota...)

Razón vs Sentimientos - Continuación

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La Paciencia: virtud que requiere de un inmenso autocontrol. Así como hablaba dos posts atrás de la lucha eterna-interna entre la razón y los sentimientos, la paciencia forma parte de esa lucha.

El cuerpo calloso del cerebro, esa zona que une los dos hemisferios cerebrales, es el campo de batalla. Ahí cae la artillería pesada de la razón y los sentimientos, con la paciencia sentadita en una silla, tejiendo despreocupadamente en el medio de la batalla, mientras las bombas explotan alrededor de ella.

En un ser con poco o casi nulo autocontrol (mmm…yo tal vez?), la paciencia termina, sillita, lana, agujas y todo, siendo volada por los aires, ya que la artillería de esa antinomia “razón-sentimientos” se hace demasiado fuerte para ella.

Sin embargo, ante determinadas situaciones y en especial cuando la facción de los sentimientos saca a relucir su arma escondida, el enamoramiento, la paciencia es cubierta por un campo de fuerza especial, que la protege y hace que ella siga tejiendo tranquilamente, esperando el momento en el cual dicha lucha cese y ese campo de batalla, inerme y desolado durante la lucha, se transforme gracias a ella en un campo fértil, de árboles añosos, con miríadas de mini ecosistemas de insectos y vida, de pasto verde, frondoso y húmedo.

Ahí habrá ganado, como siempre en mi caso, los sentimientos por sobre todo lo demás, aportando su luz y energía, cubriéndolo todo de magia y esperanza, de belleza y amor.
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Razón vs Sentimientos

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En constante lucha. Una perpetua balacera entre uno y otro. Nadie gana, todos pierden.

La clave está en el medio del campo de batalla. Esa zona neutral donde las balas de cada uno no terminan de alcanzar su objetivo, no se tocan. En ese espacio, una especie de gelatina que amalgama la potencia de los proyectiles que vienen de cada lado.

Parada ahí, esa gelatina toma, absorbe y asimila la fuerza de cada sector y la convierte en un equilibrio magnífico, donde cada lado es escuchado y tomado en cuenta y se produce un resultado equilibrado, equitativo, justo. Ningún lado gana, ningún lado pierde. Uno mismo gana.

Ahí mismo es donde el arte de amar se lleva a cabo. En esa “gelatina amalgamadora”. Cómo y qué pasa ahí, sigue siendo un misterio.

Su resolución va a seguir siendo, para mí al menos, una prioridad de vida.
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Dios E-XIS-TE

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(miren cómo nos mira...chan)

Dejate de joder!!! Quieren MAAAAAS pruebas todavía????
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Cambiar o no cambiar, esa es la cuestión

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Como cambiar y evolucionar sin sacrificar nuestra más íntima esencia?

El cambio y la evolución son moneda corriente en la naturaleza, algo intrínseco a la biología y a la física que rigen prácticamente todo lo que conocemos. Sin cambio ni evolución, no hay movimiento y por ende, vida.

En términos biológicos, evolucionar significa adquirir herramientas y llevar a cabo mejoras a nuestros cuerpos que nos permitan adaptarnos a nuevos desafíos ambientales y sobrevivir, transmitiendo esas adaptaciones a nuestra descendencia y así perpetuarnos como especie.

Esos cambios se producen a nivel del ADN, molécula reina por antonomasia, expresados desde ahí hacia nuestro cuerpo y así son transmitidos por generaciones. Si llamáramos al ADN la “esencia” de nuestros cuerpos, podríamos decir que la misma sigue virtualmente sin fluctuaciones en cuanto a su estructura y esencia, sigue siendo una molécula espiraloide formada por concatenaciones de bases nitrogenadas y fosforadas, combinando aquí y allá a los aminoácidos adenina, guanina, citosina, timina y uracilo de vez en cuando (pobre y despreciado uracilo!).
La variaciones/cambios/mutaciones que permiten la evolución de la especie y su adaptación a nuevas reglas de juego, son reflejadas en esta molécula, el “manual de instrucciones” del cuerpo.
Por lo tanto, el cuerpo cambia, se adapta, mejora y se vuelve más sabio, sin cambiar en sí su estructura más básica.

Hasta ahí con la naturaleza….la bella, sabia y perfecta naturaleza.

Pero si queremos hablar de cambiar nosotros, de adaptarnos, mejorar, evolucionar, crecer, blablabla, nos encontramos con miles de obstáculos y totalmente perdidos en cuánto al “cómo hacerlo” se refiere. La naturaleza tiene esa “driving force” escondida que de alguna manera le dice hacia dónde ir (muchos hablan de que la naturaleza es ciega y sin propósito aparente, todo lo que acontece en nuestra biosfera y universo es el resultado de pura chance y caos sin sentido. Yo por mi parte creo -y veo- una dirección, un ir hacia algo más perfecto y complejo).
Nosotros, sin embargo, no tenemos ninguna flecha con la cual guiarnos, ningún camino trazado. Vamos por la vida sobreviviendo y viendo cómo y cuándo adaptarnos y crecer, locamente atentos a cuál de todas las “señales de cambio” prestar atención, filtrando lo que nada que ver y enfocando en lo que sí debemos trabajar.

Entre todo ese ruido de información y señales de cambio, estamos en permanente riesgo de cambiar nuestra esencia, nuestra personalidad, eso que habla de quiénes somos como seres humanos y que nos diferencia de otras personas.
Al tomar las señales de cambio que la vida nos presenta y decidir (y aceptar el peso que eso conlleva) ponernos a trabajar sobre esos aspectos de nuestra personalidad que necesitan una pulida, estamos corriendo el riesgo de pulir demasiado y terminar alterando nuestra esencia y transformarnos en otra cosa, en algo que hasta nosotros mismos desconocemos. En otras palabras, no sabemos hasta dónde tenemos que pulir. Nuestro "ADN personal" puede terminar transformándose en un ARN, o en un ATP, en un IVA o en una uva podrida, que se yó.

En fin, como siempre, tenemos que emular a la naturaleza y cambiar, adaptarnos, adquirir nuevas herramientas y sabiduría, sin alterar nuestra esencia más básica, eso que hace que seamos quienes somos. Abrirnos a nuevas experiencias, poner en práctica consejos de gente que ya ha hecho ese cambio y tenga la experiencia para compartírnosla, reconocer que no lo sabemos todo y que nada de lo que ya sabemos es estanco y no requiere de revisión periódica, perder los miedos y enfrentar todo “a lo macho” sabiendo que, por default, el cambio es positivo y nos lleva hacia un nivel más alto de vida.


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Paradojas

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(Sacada durante mi último viaje a Córdoba...sobre la ruta 9 en Marcos Juárez, mientras esperaba que cambiara el fucking semáforo y el sol me horadaba la piel del brazo izquierdo).

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Tiempos raros...

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....muy raros.

No sé qué me pasa exactamente, pero se suma también a la sensación que vengo teniendo hace rato y que he descrito previamente acá...
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Definición del amor

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Hay que diferenciar primero los distintos tipos de amor que existen: de pareja, filial, fraternal, de amistad, humanitario, etc. Cada uno de ellos tiene distinta influencia en nuestras vidas y nos mueve de forma diferente: por ejemplo, el amor filial o fraternal no necesita tanto de la generación de impactos para mantenerse en el tiempo, es como que es más fuerte o más resistente.

Todos los amores requieren de dedicación y tiempo, se necesita prestarle especial atención a las relaciones que mantenemos con nuestras personas queridas, cuidarlas, mantenerlas, regarlas, etc., como si fueran una plantita.

Pero con respecto al amor de pareja, este amor es el más difícil de mantener, es el que más atención nos requiere. Se puede decir que este amor es:
"una sensación física y psicológica generada por la sumatoria o acumulación de los impactos en el alma que tienen los momentos que se pasan con la persona elegida". Esos momentos se transforman en recuerdos, cuyo impacto queda asociado a ellos dentro de nosotros por un tiempo, ya que este impacto es muy volátil y eventualmente se diluye.

Si no se generan más "momentos con impacto" que sigan alimentando la relación y manteniéndola viva, el amor va muriendo o transformándose de a poco, hasta que sólo queda de la otra persona un paquete de recuerdos lindos (o feos, o de los dos), pero que carecen de ese "golpe de gracia" que hace que uno quiera permanecer con esa persona para siempre y que le da ese "nosequé" a la relación. En ese caso, ese amor se transforma en un amor fraternal o de amistad, que se mantiene en el tiempo con otras cosas y con menos "trabajo" o atención que el de pareja.

Creo que el factor más influyente en este amor, el factor que hace que uno tome decisiones respecto a los sentimientos, es el sexo. Este amor, el de pareja, es el único tipo de amor que tiene al sexo como componente casi esencial y decisor. De alguna manera, el sexo altera y revoluciona la normalidad y homogeneidad que suele caracterizar a los demás tipos de amor, los cuales son más estables en el tiempo. Es como el Gran Lazo que une a dos personas.

En el amor filial y el fraternal el lazo principal que une a dos o más personas es sanguíneo; en el amor de amigos, el lazo principal son los intereses comunes; en el amor comunitario o humanitario el lazo es la sensación de igualdad como seres humanos y comprensión por nuestra naturaleza.

Pero en el amor de pareja, el sexo es el Gran Generador, el Gran Alterador, el Gran Decisor, el Gran Buffer, el Gran Destructor.

**Work in Progress**
(definición pasible de enmiendas y addendums)

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Message in a bottle

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"Muy querido hermano Javier: escribo esta carta sabiendo que nunca la leerás. Te imagino llegando a tu hermoso barco, con tus amigos. Pero lo más doloroso es imaginarte partiendo por este canal y no regresar. Tienes ese mar argentino como tumba y tu nombre está en muchos monumentos. Eres un héroe muerto, pero yo te preferiría un hombre más...

Olvidé decirte tantas cosas. Creo que nunca supiste que eras mi ídolo, que de chica me maravillaban tus explicaciones sobre el Universo y de grande elegiste a la mujer más buena para que fuera mi cuñada. Ella mantuvo la familia unida y siempre la voy a querer mucho... Dicen que la guerra terminó en 1982, pero para nosotros no, porque nos faltás vos...
Mañana echaré flores al mar y rezaré por ti.

Te quiero mucho, mucho. Kili"

(Este mensaje encontrado flotando dentro de una botella en el Canal de Beagle está dirigido al subteniente Antonio Javier Ojeda, muerto durante el hundimiento del Crucero General Belgrano, en la Guerra de Malvinas. Clarín envió una carta a la dirección que había dejado su hermana, la autora de esta carta, pero semanas después el cartero la devolvió a la redacción. No había encontrado quien la leyera).
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Máximas - 1° Selección

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“La indiferencia es el cansancio del justo”

“Libertad significa tener la oportunidad de ser lo que nunca creímos que podíamos llegar a ser”

“El obstáculo más grande para el descubrimiento no es la ignorancia, sino la ilusión del conocimiento”

“La vida sin libertad es como un cuerpo sin espíritu”

“Amense unos a otros, pero sin hacer del amor un lazo: déjenlo ser mejor un océano que se mueve entre las costas de sus almas”

“La generosidad es dar más de lo que se puede, y el orgullo es tomar menos de lo que necesita”

“La sabiduría deja de ser sabiduría cuando se vuelve demasiado orgullosa para llorar, demasiado seria para reír y demasiado egoísta para buscar otra cosa que a ella misma”

“Uno da poco cuando entrega sus posesiones. Sólo se da en serio cuando uno se entrega a sí mismo”

“Ganarle al miedo es el comienzo de la sabiduría”

...puff!!

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Chris Mann (o Neilman)


Ése es el nombre de la persona que escribió el MARAVILLOSO, PROFUNDO y DESENMARASCADOR DE EMOCIONES score del capítulo 7 de la película “Animatrix”. No es Don Davis. Ni Kenji Kawai. Ni Death in Vegas. Es Chris Mann. Por favor, que se haga justicia y se haga público su nombre y su obra.

Cuenta la historia que estaba Nano moqueando y con la garganta totalmente cerrada de tanto ver el capítulo 7 “Beyond” de la serie Animatrix, que se puso como objetivo conseguir la música de dicha historia, ese score que desestabiliza almas con ese grito desgarrador y profundamente sensible apoyado sobre un colchón de cuerdas y sintetizadores que se exhibe en el minuto 7 y pico del capítulo, en el cual Yuko, el personaje principal, descubre un mundo mágico, sorprendente y liberador al visualizar en cámara lenta el vuelo de una paloma delante de sus animeizados ojos.


Sepan que me costó un huevo y medio saber quién era el autor y dónde podía conseguir la música limpia, el track completo y sin diálogos superpuestos de la peli. En todas partes aparece Don Davis como autor de todo el score de Animatrix y los distintos artistas que participaron del proyecto escribiendo canciones (o no) que tuvieran que ver un poco con la temática del film. Nada de Chris Mann.
Así que navegando y navegando, metiéndome en foros varios e inutilizando varios intentos de hackeo de mi pc por cada foro extraño que me metía (onda el detective del capítulo siguiente “A Detective Story”), terminé en ese nombre y de ahí en adelante, sólo requirió de mí expresarle por email a este maravilloso artista las impresiones que dejó su música en mi mente y alma. Al rato, tenía su respuesta y…..el mp3 del score!!!!!!!!!! Eternamente agradecido por su generosidad.

Mr Mann logra sumar clímax y tensión espiritual a la ya de por sí profundamente trascendente historia que Koji Morimoto, después de tardarse una bocha en terminarlo y tener a los productores del film al borde de un surmenage, nos impone a fuerza de mensajes escondidos sobre nuestra humanidad, fragilidad y necesidad de explicaciones ante la realidad (o no) que nos rodea.

El score completo dura 10.44 minutos y en el corto está subdividido en varias partes, de acuerdo a cómo se va desenvolviendo la historia. Ninguno de esos 10.44 minutos tiene desperdicio.

Abunda en soft pads, bellísimos punteos acústicos y acordes disonantes menores que en ciertas partes recuerda al sonido ya registrado de Vangelis o Kitaro y va en crescendo hacia el clímax del minuto 5.20, en el que un excelentemente ubicado silencio de 5 segundos se agazapa para la explosión de belleza e inmensidad que provoca ese grito sintetizado y oriental que lo hace a uno despegarse del suelo y volar hacia el infinito.



Ahhhhh….

En fin, aprovecho para explayarme ahora sobre la historia en sí.

Mi visión sobre “Beyond” hace pie en la pequeñez humana, en la necesidad de explicaciones ante la realidad que nos toca vivir, en lo inexplicable, en lo cuán burda y monótona nos puede llegar a parecer nuestra vida y rutina diaria y el efecto magnetizador que tiene lo sobrenatural en nuestras mentes y cuerpos y que puede llegar a cambiarnos de dirección la vida y dejarnos en un point of no return irremediable.

Se funde todo esto con una historia paralela a la de Matrix en sí, donde una zona de la virtual ciudad donde vive Yuko, una adolescente solamente preocupada por su gato Yuki que sale de joda por ahí y cuya búsqueda termina llevando a Yuko hacia esa casa abandonada en medio de la ciudad donde nada es normal.
Es allí, en esa casa, donde el núcleo de la historia que Morimoto quiere contar adquiere relevancia y se funde con la historia de las Matrix. Esa “casa embrujada” donde suceden cosas extrañas, llueve sin nubes, los perros se desmaterializan, las paredes se “desconfiguran” y la gente flota y se enlentece, no es nada más que un error en el programa de la Matrix, un cacho de código que funciona mal y sólo necesita un debugging y reconfiguración. Pero para los humanos que lo viven (o sueñan), es algo fuera de lo común, algo sobrenatural, que los llama y fascina.


Yuko, llevada por unos chicos que tienen a esta casa como su “gran secreto”, termina experimentando en carne propia los efectos de dicho error en la Matrix, que le hace sentir algo inmenso y profundo, que le da la pauta de que en su vida hay bastante más de lo que se ve a simple vista.

Por supuesto, una vez que la Matrix se da cuenta de dicho error de programación, manda una manada de agentes a la zona para sellarla y poder reconfigurarla, conviertiendo la casa en una playa de estacionamiento donde nada flota ya, donde nada se reconstruye después de roto, donde la magia ya no existe.

La secuencia final del corto, con el último tramo del score lleno de pads etéreos mezclándose con el sonido de la respiración intensa y palpitante de Yuko y la sangre que sale de su dedo por haberse cortado con una lata vieja, dice tantas cosas sobre los humanos y su pequeñez que en este mismo momento, mientras escribo éstas líneas, mi piel se estremece y encrispa y una ola de calor y electricidad me invade por completo.

La música de Chris Mann envuelve toda esta historia en un halo de espiritualidad y misterio que hace que uno termine sintiéndose muy chiquitito, necesitado de respuestas y empático con la raza humana en sí. En fin, como lo hace sentir a uno toda la historia de Matrix.

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Gracias totales Mr Mann.